martes, 1 de septiembre de 2009

LA NIEBLA: APOCALIPSIS EN CIERNES

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Partir de un relato de Stephen King puede ser sinónimo de éxito en la mayoría de las ocasiones. Incluido si se toma como punto de partida un relato corto del escritor norteamericano, todo un genio en el arte de juntar letras y provocar escalofríos. Aunque por lo general no soy amante de las películas de terror que abusan de los efectos digitales, sobre todo para la creación de criaturas o monstruos que al fin y al cabo comparten el protagonismo con el actor o actriz de turno, con La Niebla (2007) haré una notable excepción. Aunque se trata de una película muy correcta en planteamiento y desarrollo, es en los tramos finales cuando eleva considerablemente su calidad, acompañada de una efectiva y metafísica banda sonora. Su director Frank Darabont experto guionista que ya había trabajado con los textos de King en otras películas como por ejemplo la Milla Verde, consigue argumentar y dar profundidad al breve pero intenso relato del rey del terror. Consigue que las reacciones humanas estén por encima de todos los horrores a los que deben enfrentarse un puñado de supervivientes...
El film comienza con una fuerte tormenta que trae consigo la irrupción de una misteriosa y densa niebla en Bridgton un pequeño pueblo de Maine (Estados Unidos) que pronto traerá desolación y destrucción a toda la comunidad. La acción se desarrolla en el interior de un supermercado donde varias personas quedan confinadas mientras asisten con pavor, a la muerte de todo aquel que osa adentrarse en la bruma...
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Todo es precedido por un momento soberbio, dirigido con sapiencia por Darabont, con el sonido de una sirena antiaérea que resuena en el interior del supermercado como unos tambores que anuncian muerte. Mientras esto ocurre camiones y vehículos militares "aullando" pasan frente a los ojos de los asustados vecinos, como colofón un terrible terremoto sacude personas y objetos, el espectador intuye que los infiernos se están abriendo en esos momentos...
Nadie sabe que se esconde tras el espeso manto que los ciega, pero pronto las criaturas que se esconden en su interior acuden a la caza de sus víctimas.
La supervivencia comienza ante un enemigo espantoso, horrendas criaturas que parecen vomitadas de un relato de Lovercraft, o escapadas del mas profundo agujero de la Tierra acechan y dan muerte a varios personaje... Algunas criaturas son gigantescas y con sus pinzas son capaces de cortar a un ser humano por la mitad... Pronto la tensión llega al interior del reducto humano, cuando descubren que todo se debe a un proyecto secreto militar que ha abierto una puerta hacia otras dimensiones con fatales resultados.
Un grupo de los vecinos guiados por una fanática religiosa, la Sra. Carmody, que cree estar en contacto directo con Dios exclama que están asistiendo a los días finales de la raza humana. Presas de una incipiente locura colectiva, el grupo de fervorosos religiosos, a una orden de su "líder", ejecuta al único militar que queda con vida... iniciando de esta forma el conflicto con el protagonista de la película, David Drayton, interpretado por Thomas Jane que comienza a percatarse que la situación es tan peligrosa en el interior del supermercado como en el exterior... y mas si debe velar por su hijo de 5 años.

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Darabont consigue alejarse de los tópicos y convencionalismos del cine de monstruos, cuando el espectador comprueba que la única y minúscula pistola de la película (nada de escopetas, ametralladoras, etc) es empuñada por la persona menos indicada, a priori, debido a su aspecto alejadísimo de los cánones del héroe y belleza al uso, un empleado del supermercado bajito y con gafas. Se agradece que la "artillería" no ocupe un lugar destacado en el film, cuando los múltiples engendros que aparecen en el mismo bien pudieran ser parte de un video juego a la espera de la llegada de los marines abriendo fuego... y en eso se hubiera convertido La Niebla si no fuera por la brillante pluma de Darabont que reescribió a la perfección el relato de King...
Dando un lugar preferente a los personajes que con sus reacciones ante una situación limite, la lucha por la supervivencia ante un pavoroso enemigo, son capaces de enviar a un muchacho a una muerte segura, abandonar a una madre a su suerte, o tomarse la justicia, en este caso "divina", por su cuenta y riesgo... A lo largo del metraje la soberbia, la incredulidad, la cobardía, la locura y el valor aparecen representados bajo diferentes aspectos...
Pero no solo maneja bien con los personajes, el director ejecuta con perfección escenas de terror. Baste como ejemplo la escena de la farmacia preñada de arañas gigantescas que dibuja uno de los momentos mas sobrecogedores del film...
El punto de inflexión de La Niebla se produce cuando David y varios vecinos deciden huir a bordo de un vehículo a espaldas del hostil grupo creado por la Sra Carmody. La fuga es precedida por la muerte de la "líder religiosa" a manos del empleado, ante la negativa de que abandonaran el recinto al ser descubiertos en su empresa.

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Ademas la angustia había aumentado cuando la mujer fuera de si, había reclamado sacrificar al niño para apaciguar a los demonios...
Al fin y al cabo, el tono que va adquiriendo la película es de desesperanza e impotencia absoluta, que irrevocablemente va conduciendo a los protagonistas al fondo de un abismo...
Aunque se habla de un experimento militar, Daramont es capaz de crear una atmósfera mas cercana al apocalipsis bíblico que a otra cosa...
Solo David, su hijo, una amiga, y una pareja de ancianos logran huir en un vehículo tras no pocas peripecias que ponen al espectador al borde del infarto.
Las escenas que aparecen ante sus ojos, mientras circulan buscando salir de la funesta niebla, les evoca el Día del Juicio Final, ni un hálito de vida queda tras kilómetros de recorrido... vehículos abandonados, calles desiertas, señales tiradas a un lado y a otro de la carretera, aniquilación y destrucción.... indescriptibles y aterradores gruñidos de criaturas se escuchan lejanas y cercanas a la vez... van en busca de la mujer de David, pero solo para ver con horror su cadáver, cómo una lúgubre momia envuelta en telarañas...
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La música ocupa un lugar destacado cuando los 5 supervivientes observan atónitos el paso de un gigantesco monstruo cuadrúpedo coronado por decenas de tentáculos que a duras penas puede ser observado en su totalidad... la cara de los protagonistas reflejan su inquietud, pavor y desconsuelo a partes iguales... ¿se trata del fin del mundo?.... no hay esperanza de salir de aquel efímero pero efectivo laberinto de muerte... en el que se ha convertido aquella niebla...
Cuando se quedan sin gasolina el clímax de la película está por llegar... En este punto crucial a Darebont no le tiembla la mano, es consciente que debe desmarcarse de la mediocridad reinante en este tipo de films y lo consigue con nota.... Dialogo sin palabras entre los protagonistas... gestos y miradas bastan al espectador para presagiar el fatal destino que les aguarda... un revolver y 4 balas... el suicidio parece la única salida al caos ... todo parece haber desaparecido engullido por las abominaciones surgidas del inframundo... en el exterior rugidos y murmullos entre las sombras....

David se erige como "verdugo" de su hijo y sus amigos... todos, excepto el niño, que duerme, son conscientes de su trágico final... los disparos resuenan en la niebla...
Completamente solo, desconsolado, desgarrado por un profundo sentimiento de culpabilidad tras matar a su propio hijo, el protagonista sale del vehículo para enfrentarse a su enemigo invisible y entregarse a él en un último acto de expiación... solo la muerte puede aliviar su descarnado suplicio... un rugido espantoso parece presagiar el desenlace de la película... ¿que bestia surgirá de las entrañas de la niebla? se pregunta el espectador...
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Cuando todo parece cantado, un monstruo, pero mecánico en este caso, un vehículo blindado militar irrumpe en escena... el ejercito ha llegado a la zona rescatando a los pocos supervivientes que son trasladados en camiones... inexplicablemente la niebla se va disipando mientras los soldados se abren paso con lanzallamas... el mundo no ha desaparecido... arrodillado y gritando su angustia, David, es observado impávido por dos militares... la tragedia esta servida...


V. TEPES