domingo, 20 de junio de 2010

RAREZAS B1000C: COLD PREY: TERROR BAJO CERO



Sin aportar nada nuevo en excesivo, la película Cold Prey (2006) demuestra al menos qué, en un genero supertrillado e imitado como el Slasher, aún se pueden realizar aportaciones legítimas e interesantes. En éste caso el cineasta noruego Roar Uthang traslada las atrocidades de un despiadado criminal sanguinario a un paraje nevado casi inaccesible y de impronunciable nombre, llamado Jotunheimen. Donde unos jóvenes que esperan disfrutar de unos días realizando acrobacias de Snowboard, acaban enfrentándose a su peor pesadilla en un, aparente, abandonado refugio de montaña. Aunque Uthang abusa en demasía de los tópicos del género que popularizó hasta cotas inimaginables la saga de Viernes 13 o Halloween , lo hace sin malograrlos todo hay que decirlo.
Existen secuencias bien llevadas como la exploración de los sótanos en busca de los generadores eléctricos. Precisamente su pulcra dirección le evita caer en el tedio de tener que mostrar muertes espectaculares y desagradables para conseguir el beneplácito del espectador. No obstante, a mi juicio, el director comete el error de no sacar mayor provecho en los flash back para mostrar los orígenes del asesino que hubieran elevado aún más la calidad y originalidad del metraje.
Notable la escena en que el Psicokiller mata a una de los excursionistas en la escalera de acceso al salón, mientras sus amigos ajenos al sufrimiento de su compañera charlan tranquilamente.



El film adquiere ciertas cuotas de tensión sobre todo cuando dos de los jóvenes se encierran en una habitación para evitar caer en la garras del asesino. Pero sin duda el momento clímax de la película llega cuando deciden tender una trampa al temido criminal y para ello deciden encerrarlo en su propia guarida. Todo el plan iba perfecto hasta que descubren en medio de una impenetrable y angustiosa oscuridad que uno de sus amigos aún esta vivo en el interior de la susodicha habitación donde pretenden atraparlo. Dosis de adrenalina en unos momentos álgidos cuando el psicópata linterna en mano avanza por el siniestro pasillo y descubre a uno de los jóvenes escondidos, su amiga sale en su defensa y cuando lo encañona con la escopeta en lo que parece un tiro certero, la luz de la linterna se apaga haciendo que la oscuridad engulla a su enemigo. Aunque logran atraparlo, tienen que rescatar a su amigo… La operación se complica y solo la huida es la solución… Minutos de gran calidad que acaban con la carrera frenética de la protagonista en la negra y helada noche… de la que surge impasible el asesino para asestarle un certero golpe… la música es utilizada con maestría en estos momentos…
El final nos traslada a pleno día soleado, en un contraste que agradece le espectador, cuando el mudo criminal arrastra en un trineo a sus victimas hacia una profunda grieta en la nieve. Pero la joven despierta a tiempo para contemplar la fúnebre procesión. Allí, el rudo asesino se deshace uno a uno de los cuerpos… Pero la protagonista le planta cara y en un combate cuerpo a cuerpo consigue arrojar al psicópata asesino al fondo de la helada grieta junto a los cuerpos inertes de sus amigos…


V. TEPES

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