miércoles, 13 de enero de 2010

LA CASA DE LOS MIL CADAVERES: ALABADO SEA ZOMBIE



La Casa de los Mil Cadáveres (2003) es una propuesta arriesgada y arrogante de su director y guionista, el polifacético Rob Zombie. Pues homenajear y dar tributo a las películas que te han marcado no es reto para principiantes del séptimo arte, ya que en tu ópera prima puede conducirte a un tremendo bodrio o en el mejor de los casos a una copia barata de los films que veneras.
Sin embargo en el caso que nos ocupa, el neófito Rob Zombie tiene suficiente talento, recursos, imaginación y brillantez, como para ofrecernos un exquisito planteamiento aderezado por una conducción soberbia y original, donde el humor negro está por primera vez a la altura de una película de terror. Sin duda es complicado jugar con ambos elementos si uno lo que pretende es crear una atmósfera terrorífica ya que puede caer en el absurdo. Pero Zombie es conocedor de ello, y puede cambiar, a su antojo, las emociones del espectador, arrancandole un sonrisa o un grito de espanto. Ésta particular circunstancia, de entrada, debe motivar una reverencia hacía su director. Pero Zombie, pretencioso y ambicioso como pocos, ambiciona homenajear en La Casa de los Mil Cadaveres a toda una filosofía de hacer cine irreverente y revolucionario, alejado a años luz de lo políticamente correcto. Se nota y se percibe a lo largo del metraje la erudición de Zombie de la denostada y olvidada serie B de los años setenta y ochenta, así como de los grandes clásicos del terror de los primeros años aderezado por la atracción por el mundo de los freaks (personas con grandes malformaciones físicas) . Lo que le lleva a elaborar, pese a una base muy poco original una historia consistente y cautivadora. Y parte de éste mérito recae en un plantel de actores que logra otorgar a la película una calidad, no muy dada en esta clase de producciones. La devoción de Rob Zombie por la Matanza de Texas queda patente en la película, y al contrario que otros directores que se han limitado a calcar la propuesta del maestro Hooper, el líder de la extinta banda de rock White Zombie, logra acercarse al mito de La Matanza... sin caer en el tedio o el plagio pese a rozar de forma descarada, en ocasiones la intachable obra de Hooper. No en vano Zombie retrata conceptos y elementos inconfundibles y genuinos de La Matanza como; familia de asesinos desequilibrados, miembro deforme (aunque en ésta ocasión no recae el protagonismo sobre él, lo que ya desvía algo la trama de la película de Hooper...), casa apartada decorada con pésimo gusto, autoestopista loca, abuelo pintoresco, cena familiar, mascaras con piel humana, etc...



Una de las armas del director para rendir tributo a la Matanza de Texas, sin arder en los infiernos de la critica o deshonrar a los fans, es recurrir a unos diálogos brillantes, hilarantes y sin censura, a partes iguales, que permiten al espectador alejarse de las bobadas y cursilerías que abundan en las películas de terror manufacturadas en Hollywood.
Zombie sustituye la ambientación de Hooper, las pieles disecadas, huesos y animales muertos, por referencias al cine de terror clásico como las primeras versiones de Drácula y Frankenstein, así como a una iconografía freaks en toda regla, consiguiendo que la casa de los protagonistas sea un autentico museo del horror cinematográfico mezclado con un toque retro.
Además como un guiño al avezado espectador, sustituye el árido desierto de Texas por un paisaje mas húmedo donde la torrencial lluvia y los relámpagos conforman el escenario perfecto para el "delirio" de Zombie. Pero no quedan ahí los homenajes... Para redondear el guión autoría del propio director, traslada la acción a los años setenta en plena noche de Halloowen... ¿se puede pedir mas?...



Para dar forma a su personalísima creación, durante el metraje Rob Zombie "salpica" e "interrumpe" la historia con filmaciones caseras, pedazos de películas clásicas, trozos de añejas filmaciones y no menos originales flashback que cuentan porciones de la película en otro formato audiovisual con no menos singular banda sonora... un gran acierto...
La Casa de los Mil Cadáveres arranca con un atraco a una pintoresca gasolinera regentada por un payaso, el capitán Spaulding, interpretado genialmente por Sid Haig, que a su vez es el maestro de ceremonias de una lúgubre atracción de feria que ha montado allí mismo.
En medio de una tensa situación irrumpe en la gasolinera un siniestro "cabezudo" que a golpe de hacha consigue que pronto la papeleta se invierta.
Tras dar cumplida cuenta de los insolentes malhechores, a los que, previamente, el payaso antes de ejecutar había vomitado todo tipo de insultos, el espectador asiste a un inicio fulgurante e inesperado parecido a una montaña rusa de sensaciones.
Zombie nos abre su universo oscuro. Momentos mas tarde, mientras aún recogen la sangre del suelo, irrumpen en escena dos parejas de amigos Bill, Mary, Jerry y Denise, que se hallan medio perdidos y sin gasolina...
Atraídos por el extraño museo de la gasolinera y la particular atracción de terror que les propone a conocer a los asesinos mas aterradores de Norteamérica....
Allí junto a clásicos como Ed Gein, conocerán la biografía de un desconocido "héroe local", al que el payaso denomina Doctor Satán.


El capitán Spaulding les cuenta que hace muchos años un demencial médico que estaba al cargo de un psiquiátrico en la localidad fué acusado de experimentar de forma inhumana con sus enfermos para intentar crear un raza de superhombres... fue conducido a la horca por una multitud enfurecida... su cuerpo no apareció y la leyenda dice que vaga por la zona....
La curiosidad de los jóvenes por encontrar el árbol donde ahorcaron a tan enigmático personaje les conducirá a vivir un autentico infierno en mitad de una aciaga noche de tormenta.
Tras recoger a una bella autoestopista llamada Baby, un pinchazo provocado en la rueda del vehículo les llevará a la casa de la alegre joven... una pintoresca "familia" les aguarda... una madre excéntrica, un abuelo lujurioso, un hermano deforme, un forzudo y sobre todo, Otis un tipo completamente transtornado y amante del arte con cadáveres...
Allí serán protagonistas de una siniestra velada de Hallowen donde se verán cenando con toscas y grotescas máscaras y rodeados de velas a único modo de iluminación... Pronto los asustados "turistas" se darán cuenta que sus estrafalarios anfitriones deberían de tener una camisa de fuerza por indumentaria... tras la campanadas de las 12 todo se vuelve surrealista ante los atónitos ojos de los jóvenes... que asisten impávidos a un espectáculo de variedades soez y disparatado en un improvisado teatro... la tensión crece por momentos...
Sin mas dilación, cuando el coche esta reparado, deciden poner fin a la "fiesta de los difuntos"... la lluvia cae frenética.... Baby que ha discutido con Mary golpea el cristal con rabia y todos salen disparados de la casa.... piensan que están a salvo mientras enfilan el camino hacia a la carretera... de pronto la cancela exterior les impide continuar... cuando Bill se baja para abrirla, los espantapájaros que observan la escena bajo una fina lluvia cobran vida en un espectacular golpe de efecto que pilla por sorpresa al espectador... Otis y un amigo golpean a los dos jóvenes que nada pueden hacer para defenderse, la pandilla de "excursionistas" es atrapada sin piedad... la pesadilla ha comenzado...
Moviendose con soltura y desarrollando la trama con eficacia, Zombie nos sumerge en su perverso mundo sin que reparemos en ello, ofreciendo un repertorio de angustiosos momentos...
Para alejarse de los films que entusiasman al director, Zombie recrea una escena soberbia cuando dos policías en compañía del padre de una de las muchachas acude a investigar a la casa de los psicópatas...
Cuando abren las puertas de un cobertizo que hay en la parte posterior de la vivienda, tras escuchar unos gemídos, una añeja canción de gramófono divertida, da paso a unas jóvenes atadas y torturadas...
Otis surge entre los mil y un cacharros que hay en el patio y dispara sobre el padre que cae de bruces sobre un charco... la música sigue sonando... todo sucede a cámara lenta... Otis apunta con su revolver al policía que se arrodilla con las manos en la nuca, la cámara se aleja, despacio para ofrecernos un plano elevado de los dos hombres, la imagen parece que se ha congelado... pasan los segundos... el tiempo no transcurre... hasta que un sonido sordo muestra la ejecución del agente de la ley...
Tampoco tiene desperdicio el tramo final de La Casa de los Mil Cadaveres, cuando la "familia" conduce a Jerry , Denise y Mary a través del campo como si se tratara de una procesión fúnebre, la música acompaña a los personajes a un previsible y aterrador patíbulo... las víctimas van disfrazadas de conejo... Otis maquillado con una calavera en el rostro parece un reverendo satánico a punto de oficiar una "misa negra"... Mary huye a la carrera pero Baby la atrapa y la apuñala salvajemente... este momento es elegido por Zombie para mostrar, de manera visceral y contundente, la demencia criminal de sus personajes, y en especial la de Baby que no parece en aspecto, por su belleza, concentrar tanta maldad...
Por su parte Jerry y Denise son llevados a un monte plagado de cruces, donde son introducidos en un ataúd y bajados al interior de un oscuro y siniestro pozo... Otis con ayuda de un cuerda desliza un magnetófono donde se escucha una desgarradora plegaria en un idioma incomprensible pero que hiela la sangre de los jóvenes... una invocación de ultratumba que resuena en el interior del ataúd...



Jerry y Denise comprenden su fatal destino... han sido entregados al Doctor Satán y su tropa de desequilibrados que malviven en unos nauseabundos subterráneos...
Zombie ofrece un conveniente plano de espaldas, para mostrarnos como Denise despojada de su disfraz de "conejo"... se asemeja ahora a Alicia en el País de las Maravillas (no en vano, la Alicia del cuento entra por una madriguera de un conejo blanco), y así tras cruzar un pasillo atestado de esqueletos y cuerpos momificados se halla frente a una puerta, tras abrirla descubre que no se encuentra en un mundo idílico como su homóloga, si no que ha sido engullida por la peor de sus pesadillas... pues ante la "Alicia" de Zombie aparece el Dr. Satán hurgando en el cerebro de un Jerry moribundo atado a una camilla...



Con una mirada el médico da paso a una sobrecogedora criatura, el "superhombre" creado por la enfermiza mente del Dr. Satán, que armado con un hacha persigue a Mary por los sombrios túneles... a titulo personal por la visión rojiza del asesino y por su complexión recuerda a una especie de "Terminator" de los infiernos... Pavorosa y espectacular la persecución que acaba con el derrumbamiento de uno de los tuneles y con la evasión de Denise a través de un respiradero que la encamina a una mañana soleada...
La joven está a salvo... camina hipnotizada por la carretera y detiene un vehículo... conduce el Capitán Spaulding ... cae rendida en el asiento... ha logrado huir o eso piensa mientras de la parte trasera del coche surge Otis blandiendo un cuchillo amenazando su cuello... no se sabe si son visiones de muerta o su despertar, pero las últimas imágenes de Denise es la sala de las atrocidades del Dr. Satán... mejor que este muerta...


V. TEPES



Pd: Por si alguien no lo había pillado, La Casa de los Mil Cadáveres inspiro el titulo del presente blog ya que creo que a parte de un acertado nombre, dicha película aglutina a la perfección el tipo de cine que me gusta, por que como hemos visto es un merecidísimo homenaje a toda una concepción del séptimo arte....